3ª Y 4ª SEMANA DE CUARESMA
23 y 30 de marzo La Samaritana… El CIEGO DE
NACIMIENTO…
AGUA
.
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Llevamos ya más de dos semanas caminando, paso a
paso, jugando a dar el paso y no pasar… y sabemos que no es tan
fácil, no?
No sé si has visto un burro
sediento alguna vez… Pues es tan llamativo como un geranio seco o un
humano con sed… En definitiva: que no somos tan distintos, tratándose de lo
fundamental. Necesitamos agua. Y no vale cualquier agua, te
lo aseguro. Cuando sentimos que nos falta lo fundamental, sale lo
mejor y lo peor de nosotros. Son situaciones que nos ponen al límite. A la
samaritana le faltaba agua pero no era lo fundamental. Al ciego de nacimiento
le faltaba ver… eso sí era esencial.
Hay que estar muy desesperado para dejar que alguien escupa
en el barro y te lo ponga en los ojos para devolverte la vista. Necesitaba ver.
Y también necesitaba algo, alguien en quien creer.
No sé si has visto alguna vez un burro desesperado… pero es
tan llamativo como un humano desesperado… Es capaz de cualquier cosa. A
veces no somos conscientes de esa sed… y desesperados bebemos de
cualquier fuente, cualquier agua… Por eso si estás sediento y desesperado pero
tienes una buena brújula, ¡estás salvado! Antes o después, sabrás por donde
seguir. Si además, tienes agua, seguro que tú no pasas… Tú eres Pascua. La
fe en uno mismo, en Jesús, el
Salvador, el Enviado (eso significa “Siloé”) es ese manantial que brota dentro
y va apagando la sed de cada día. Los israelitas en el desierto no solo tenían
sed de H2O… su peor sed era la desconfianza… (¿Está o no está el Señor con nosotros?…) La falta de fe en la cercanía de su
Dios y Liberador. El agua es vital para
la vida, y para la vida nueva, porque nos
regenera y nos limpia. ¡Nos hace ser nuevas criaturas! Como si otra vez nos formaran del barro:
tierra y agua. Saliva y agua. ¡Cuánta intimidad en este gesto! ¡Cuánta luz para nuestra ceguera!
Busca el agua que salta dentro de ti… No busques experimentos
llamativos fuera… Bebe de tu propio pozo, que allí es donde te espera el mismo
Jesús que atravesó el desierto, que dio de beber a la samaritana y curó al
ciego de nacimiento. Bebe de tu agua… limpia, transparente…
Y da de beber a otros… Te
sorprendería ver cuanta sed eres capaz de calmar cuando bebes de tu propio pozo
y no buscas por ahí aljibes agrietados.
.
¿Tienes sed? ¿En qué lo notas? ¿A qué te
lleva?
.
En la travesía por
tu personal desierto cuaresmal ¿en qué
fuentes percibes que hay agua
para saciar tu sed? Puede ser una buena conversación con alguien a quien
tienes olvidado, alguien con quien deseas reconciliarte… Puede ser una lectura
de un buen libro que alimente tu espíritu… Puede ser un rato de meditación
donde entres en contacto con tu sed (quien no es consciente de
que necesita beber, al final se deshidrata…)… Puede ser un rato de oración con
la Palabra, con Jesús Eucaristía… Puede ser el compartir tu tiempo con alguien
que tenga más sed que tú, más necesidad…
.
Si pasas
puede ser que te quedes sin Pascua… Si das pasos para saciar tu sed y la de los
que te rodean podrás llegar a la Pascua, fiesta del Agua nueva… ¡Feliz
borrachera!… De Agua Viva, claro…
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http://www.acompasando.org/wp-content/uploads/2014/03/burritocrashjuego.pdf
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