29 de septiembre de 2018

ACEPTAR A TODOS





Lectura del santo evangelio según san Marcos (9,38-43.45.47-48):

En aquel tiempo, Juan dijo a Jesús: «Maestro, hemos visto a uno que expulsaba demonios en tu nombre y se lo hemos prohibido, porque no es de nuestro grupo.»
Jesús replicó: «No se lo prohibáis, porque nadie que haga un milagro en mi nombre puede luego hablar mal de mí. Pues el que no está contra nosotros está a favor nuestro. Os aseguro que el que os dé a beber un vaso de agua porque sois del Mesías no quedará sin recompensa. Al que sea ocasión de pecado para uno de estos pequeños que creen en mí, más le valdría que le colgaran del cuello una piedra de molino y lo echaran al mar. Y si tu mano es ocasión de pecado para ti, córtatela. Más te vale entrar manco en la vida, que ir con las dos manos al fuego eterno que no se extingue. Y si tu pie es ocasión de pecado para ti, córtatelo. Más te vale entrar cojo en la vida, que ser arrojado con los dos pies al fuego eterno. Y si tu ojo es ocasión de pecado para ti, sácatelo. Más te vale entrar tuerto en el reino de Dios que ser arrojado con los dos ojos al fuego eterno, donde el gusano que roe no muere y el fuego no se extingue.»

Palabra del Señor



El Evangelio de hoy nos recuerda algo muy importante: el Reino de Dios es más grande que el pequeño grupo que formamos los discípulos de Jesús, que los que estamos en nuestra parroquia, nuestra comunidad, nuestro grupo o nuestra Iglesia. El Reino abarca a todos los hombres de buena voluntad. Sin excepción. Basta con que abramos los ojos, habiéndolos limpiado previamente de prejuicios, filtros negativos y gafas oscuras, y miremos a nuestro alrededor. Nos sorprenderemos al ver la cantidad de hombres y mujeres que, aún pensando muchas veces de forma muy diferente a como nosotros pensamos o utilizando un nombre diferente para llamar a Dios o, incluso, afirmando con sus labios que Dios no existe, han hecho de su vida un servicio a los demás, a su bienestar, a su felicidad, a la justicia, a la fraternidad. Es clarísimo: ellos también pertenecen al Reino. Jesús nos trajo el mensaje de un Dios que está a favor de la vida del hombre. Y todo el que esté a favor del hombre y de su vida, está de su lado. “El que no está contra nosotros está a favor nuestro

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