10 de noviembre de 2010

SABER CON QUIÉN CONTAR.


¿Cómo podrá alguien compadecerse,
si la tristeza nunca empañó sus ojos?
¿Cómo podrá tener un toque curativo
una mano que nunca ha temblado de dolor?
¿Cómo podrá acertar una palabra
que nunca se quebró por la amargura?
Un corazón roto está más preparado
para ayudar a otros corazones destrozados.
¿Cómo puede alguien saber curar,
si antes no le han curado de sus penas?
¿A dónde ir, cuando nos haga falta ayuda,
sino a quien, antes, ha sufrido de verdad?

No hay comentarios:

Publicar un comentario