7 de mayo de 2010

COSAS DE CASA: DE CAMINO A SANTIAGO

Con motivo de la Jornada de la Familia Carmelitana (8-9 de mayo), N. P. Provincial ha dirigido un mensaje a todos los peregrinos que se van a juntar este fin de semana en Compostela.


A LA FAMILIA CARMELITANA DE CAMINO A SANTIAGO

“Con libertad y alegría se ha de andar el camino” (Vida 13,1), estas son las palabras que Santa Teresa os regala en este momento de vuestra peregrinación a Santiago.

Durante el camino, mantened la atención amorosa. Ver no es suficiente, solo la Palabra escuchada os desvelará el fondo de las cosas. Solo la presencia de Jesús, que es Camino, Verdad y Vida, os cambiará en fuego del Espíritu la indiferencia y la trivialidad de una vida en peligro de volverse tibia, insípida y adormecida.

En cada recodo del camino encontraréis muchos peregrinos. ¡Prestadles atención! ¡Miradles a los ojos! ¡Aspirad el aroma que dejan a su paso todos los buscadores! Preguntadles sin miedo: “¿Habéis visto al amor de mi alma?” (Cant 3,2). Decidles sin rodeos: “Queremos buscarle con vosotros” (Cant 6,1).

Id al encuentro de Dios que se hace el encontradizo en la fonte que mana, en la soledad sonora, en la cena que recrea y enamora. Oíd la llamada del que os invita a estar con El en medio del camino, que espera y sorprende siempre. Sed felices con Dios. La Virgen del Carmen, peregrina de la fe, será la mejor compañera de vuestro viaje.

La vida humana es lo más parecido a un viaje. Viajar es buscar, es buscarse en el Camino. Así pues, “paraos en los caminos y mirad, preguntad por los senderos antiguos, cuál es el camino bueno, y andad por él, y encontraréis sosiego para vuestras almas” (Jr 6,16). Haceos preguntas, como se las hacen los peregrinos, exploradores de tierras nuevas: ¿De dónde vengo? ¿Hacia dónde se encamina mi vida? ¿Qué está mi vida deseando llegar a ser? Porque, como el roble está latente en el fondo de la bellota, así vuestro corazón está esperando en silencio la oportunidad de florecer.

Aprovechad el camino para ensanchar el espacio de vuestra tienda y hacer amigos, porque “quien encuentra un amigo encuentra un tesoro” (Eclo 6,7). Los amigos, que son como agua fresca en la garganta, embellecerán vuestra peregrinación. Y cuando partáis el pan con ellos, recordad a Jesús que a menudo partía el pan con sus amigos.

En tantas horas de camino podréis comunicaros unos con otros, yendo más allá de las conversaciones gastadas que nos ofrece la sociedad de consumo, para hablar de lo que os hace vivir por dentro. El lenguaje de los amigos se irá haciendo como la sal que se mezcla y da sabor a los alimentos, como el pan que no puede faltar en la mesa, como el vino añejo que sabe a fiesta. Saludaos con el beso de la paz.

Que el apóstol Santiago os haga gratuitos, contemplativos, servidores. Que os regale la mística de los ojos y oídos abiertos, para ver y oír los dolores de las mujeres y los hombres, pero que también os permita oír las canciones que se escuchan junto a los pueblos del camino para que dancéis con las gentes la danza de la vida. Que os haga misioneros de la alegría.

Ojalá volváis con una bendición tan grande que os permita regalar bendiciones, con sabor siempre a gratuidad. Bendecir significa revelar la última identidad de las cosas, su profunda interioridad, su relación con el Creador. Así pues, bendecid la tierra, bendecid a los hermanos y hermanas que encontréis en el camino, bendecid a la Provincia de los Carmelitas de Burgos que os envía, bendecid a toda la humanidad, bendecid vuestra vida, miradla y abrazadla con el abrazo y el cariño de Dios. ¡Feliz camino! Pedro, provincial, vuestro hermano y amigo.

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