5 de febrero de 2010

Orientaciones para aprender a orar en 10 minutos.

1. Comienza por saber escuchar. El Cielo emite noche y día.

2. No ores para que Dios realice tus planes, sino para que tú interpretes los planes de Dios.

3. Pero no olvides que la fuerza de tu debilidad es la oración. Cristo dijo: “Pedid y recibiréis”.

4. El pedir tiene su técnica. Hazlo atento, humilde, confiado, insistente y unido a Cristo.

5. ¿No sabes qué decirle a Dios? Háblale de vuestros mutuos intereses. Muchas veces y a solas.

6. No conviertas tu oración en un monólogo, harías a Dios autor de tus propios pensamientos.

7. Cuando ores no seas ni engreído, ni demasiado humilde. Con Dios no valen trucos. Sé cual eres.

8. ¿Y las distracciones involuntarias? Descuida, Dios, y el sol, broncean con sólo ponerse delante.

9. Si alguna vez piensas que cuando hablas a Dios... Él no te responde…, lee la Biblia.

10. No hables nunca de “ratos de oración”; ten “vida de oración”. Una de nuestras oraciones más frecuentes debiera ser la de los discípulos: “Señor, enséñanos a orar”. Porque la oración es un camino, un aprendizaje diario, un estarse a los pies del Maestro. Éste fue precisamente el consejo que dejó Teresa: “Pues juntaos cabe este buen Maestro muy determinadas a aprender lo que os enseña, y su Majestad hará que no dejéis de salir buenas discípulas”(C 26,10).

P. Eusebio Gomez Navarro

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