30 de abril de 2010
VERDADERA HUMILDAD
29 de abril de 2010
28 de abril de 2010
27 de abril de 2010
SEÑOR QUÉ DIFICIL
26 de abril de 2010
COMO EL BUEN PASTOR
Señor Jesús, eres Amigo verdadero,
como el buen pastor que conoce a sus ovejas
y las llama por su nombre.
Eres fiel en tu amistad para conmigo y nada me falta,
porque tú estás a mi lado aunque todos me abandonen;
porque tu perdón y tu gracia me acompañan siempre.
Me regalas con tus dones,
me alimentas con tu pan de vida;
me recreas en el gozo y la paz de tu Espíritu.
Me conduces, como buen pastor,
hacia las aguas de reposo,
y mi sed se siente reconfortada
en el agua viva de tu manantial.
Tú confortas mi alma,
cuando me faltan las fuerzas para el camino;
tú me guías por senderos de justicia,
como signo de tu amistad;
eres siempre fiel en mi camino,
y tu gracia fortalece mi pobreza.
Señor Jesús, eres siempre amigo verdadero,
como buen pastor,
que sacrifica su vida en defensa de su rebaño.
Aunque pase por valles tenebrosos,
ningún mal temeré porque tú siempre vas conmigo.
Nada temo a tu lado,
porque tu vara y tu cayado me sosiegan.
Contigo, nada me falta.
Tu palabra es la fuerza
que mantiene mi fe en la tiniebla;
tu Espíritu es el poder
y la seguridad que aguanta mis dudas;
tu Espíritu es la luz
y el calor que animan mis pies cansados,
Eres Amigo verdadero, Señor Jesús, como el buen pastor,
que al venir el lobo no huye monte abajo;
tú estás siempre conmigo y defiendes mi causa con tesón
hasta que me sienta libre y restablecido en mis fuerzas.
Preparas, Amigo, para mí una mesa y te sientas a mi lado;
unges con óleo perfumado mi cabeza
como prueba de amistad sincera,
y llenas del buen vino mi copa hasta rebosar.
Tu mesa, tu óleo, tu copa, son mi mesa, mi óleo y mi copa.
La dicha y la gracia de tu amistad,
Señor Jesús, pastor bueno,
me acompañarán a lo largo de los días de mi vida.
Seré dichoso con tu fidelidad inquebrantable,
y tendré siempre la seguridad de tu amor hasta el extremo.
Mi morada, Señor, será la llaga de tu corazón abierta.
A lo largo de los días, creeré siempre en tu amor,
porque nadie tiene mayor amor
que el que da la vida por el amigo.
Tú eres, Señor Jesús, el Pastor bueno,
que guía hacia el aprisco su rebaño;
eres el amigo verdadero.
Ya nunca nos llamarás siervos.
Tú eres el amigo
que me ha dado a conocer
los secretos del corazón de Padre;
eres el amigo que ha salvado mi vida
dejándote colgar de la cruz.
Enséñame, Señor Jesús,
a dar mi vida por los que necesitan seguir viviendo;
enséñame, Señor Jesús,
a permanecer fiel al lado del hermano que está solo.
Tú eres la puerta
que abre camino hacia el corazón del Padre:
guíame, Amigo,
y condúceme hacia las aguas tranquilas de tu Reino.
25 de abril de 2010
JESÚS EL BUEN PASTOR
24 de abril de 2010
JORNADA MUNDIAL DE ORACION POR LAS VOCACIONES
Señor Jesús,
tu que eres el camino, la verdad y la vida,
aduéñate de mis pasos,
seduce mi libertad
Y ven a mi encuentro
para que siempre pueda elegirte
compañero.
Sal al paso de quienes
van por los caminos de este mundo
sin saber que tú caminas a su lado
y haz que, al descubrirte junto a ellos,
se dejen alcanzar por ti
y te acojan como Señor
que se ha hecho hermano.
Mira a los jóvenes de nuestra comunidad,
llama y escoge a los que quieras,
disipa sus dudas y sus miedos,
para que se atrevan
a seguirte en al ministerio sacerdotal
y te acepten como amigo.
Fortalece a tus sacerdotes
para que, en tu cercanía,
anuncien a todos los hombres,
sus compañeros, hermanos y amigos,
quien eres Tú.
Quédate con nosotros,
a través de ellos,
en la anochecida de este tiempo;
repártenos tu Palabra y tu Evangelio
Y pon en ascuas nuestro corazón;
con tu pan y con tu vino
andaremos el camino cada amanecer
para gritar que es verdad,
que estas en medio de nosotros, Resucitado
Hambre de tu Pan
Señor, dame hambre de tu pan y la voz de un niño para reclamarlo,
23 de abril de 2010
DIA DEL LIBRO.-EL MISTICO JUAN DE LA CRUZ
22 de abril de 2010
21 de abril de 2010
20 de abril de 2010
LA VASIJA AGRIETADA
19 de abril de 2010
CRISTO TE NECESITA PARA AMAR
18 de abril de 2010
TERCERA VEZ DE LA APARICION DE JESÚS
Jesús se acerca, toma el pan y se lo da, y lo mismo el pescado
Lectura del santo evangelio según san Juan 21, 1-19
Ellos contestaban:-- Vamos también nosotros contigo.Salieron y se embarcaron; y aquella noche no cogieron nada.
Estaba ya amaneciendo, cuando Jesús se presentó en la orilla; pero los discípulos no sabían que era Jesús. Jesús les dice: -- Muchachos, ¿tenéis pescado?
Ellos contestaron:-- No.
Él les dice:-- Echad la red a la derecha de la barca y encontrareis.
La echaron, y no tenían fuerzas para sacarla, por la multitud de peces. Y aquel discípulo que Jesús tanto quería le dice a Pedro.-- Es el Señor.
Al oír que era el Señor. Simón Pedro, que estaba desnudo, se ató la túnica y se echó al agua. Los demás discípulos se acercaron en la barca, porque no distaba de tierra más que unos cien metros, remolcando la red con los peces.
Al saltar a tierra, ven unas brasas con un pescado puesto encima y pan. Jesús les dice:-- Traed de los peces que acabáis de coger.
Simón Pedro subió a la barca y arrastró hasta la orilla la red repleta de peces grandes: ciento cincuenta y tres. Y aunque eran tantos, no se rompió la red. Jesús les dice:-- Vamos, almorzad.
Ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle quien era, porque sabían muy bien que era el Señor. Jesús se acerca, toma el pan y se lo da; y lo mismo el pescado. Esta fue la tercera vez que Jesús se apareció a los discípulos, después de resucitar de entre los muertos.
17 de abril de 2010
¿TIENES TIEMPO?
16 de abril de 2010
Mira hacia dentro
15 de abril de 2010
ANDAR EN LA VERDAD
14 de abril de 2010
13 de abril de 2010
NO TENGAIS MIEDO
12 de abril de 2010
11 de abril de 2010
Señor mío, y Dios mío.
II Domingo de Pascua o de la Divina Misericordia
Santo(s) del día : Santa Gemma Galgani, San Estanilao, Domingo de la Divina Misericordia, San Antipas
Lecturas |
Leer el comentario del Evangelio por : Gregorio de Narek
«Recibid el Espíritu Santo»
Evangelio según San Juan 20,19-31.
Al atardecer de ese mismo día, el primero de la semana, estando cerradas las puertas del lugar donde se encontraban los discípulos, por temor a los judíos, llegó Jesús y poniéndose en medio de ellos, les dijo: "¡La paz esté con ustedes!".
Mientras decía esto, les mostró sus manos y su costado. Los discípulos se llenaron de alegría cuando vieron al Señor.
Jesús les dijo de nuevo: "¡La paz esté con ustedes! Como el Padre me envió a mí, yo también los envío a ustedes".
Al decirles esto, sopló sobre ellos y añadió: "Reciban el Espíritu Santo.
Los pecados serán perdonados a los que ustedes se los perdonen, y serán retenidos a los que ustedes se los retengan".
Tomás, uno de los Doce, de sobrenombre el Mellizo, no estaba con ellos cuando llegó Jesús.
Los otros discípulos le dijeron: "¡Hemos visto al Señor!". El les respondió: "Si no veo la marca de los clavos en sus manos, si no pongo el dedo en el lugar de los clavos y la mano en su costado, no lo creeré".
Ocho días más tarde, estaban de nuevo los discípulos reunidos en la casa, y estaba con ellos Tomás. Entonces apareció Jesús, estando cerradas las puertas, se puso en medio de ellos y les dijo: "¡La paz esté con ustedes!".
Luego dijo a Tomás: "Trae aquí tu dedo: aquí están mis manos. Acerca tu mano: Métela en mi costado. En adelante no seas incrédulo, sino hombre de fe".
Tomas respondió: "¡Señor mío y Dios mío!".
Jesús le dijo: "Ahora crees, porque me has visto. ¡Felices los que creen sin haber visto!".
Jesús realizó además muchos otros signos en presencia de sus discípulos, que no se encuentran relatados en este Libro.
Estos han sido escritos para que ustedes crean que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y creyendo, tengan Vida en su Nombre.
10 de abril de 2010
Amor Pascual
8 de abril de 2010
VIDA EN ABUNDANCIA
7 de abril de 2010
OTRA VIDA
6 de abril de 2010
5 de abril de 2010
El Don de la Páscua
El don de la Pascua es un gran silencio, una inmensa tranquilidad y un limpio sabor en el alma. Es el sabor del cielo, pero no el cielo de alguna exaltación desaforada. La visión pascual no es turbulenta ni embriaga el espíritu, sino que consiste en un descubrimiento del orden sobre todo orden, un descubrimiento de Dios y de todas las cosas en Él. Es un vino que no emborracha, una alegría sin ningún veneno oculto en ella. Es vida sin muerte. Al saborearla un momento, nos sentimos capaces, brevemente, de ver y de vivir todas las cosas, según su propia verdad, y de poseerlas en su sustancia que se halla oculta en Dios, más allá de todo sentido. El deseo se aferra en vano al aspecto exterior y al accidente de las cosas, pero la caridad las posee en la sencilla profundidad de Dios.
¡Si la misa pudiera ser cada día lo que es en la mañana de Pascua!
¡Si las oraciones pudiesen ser siempre tan claras, si el Cristo resucitado pudiese brillar siempre en mi corazón, a mi alrededor y ante mí, en Su sencillez pascual!
Porque en Su sencillez está nuestra fiesta; éste es el pan sin levadura que es maná y pan del cielo; esta pureza, esta libertad, esta sinceridad pascual.
¡Oh, Dios mío, qué puedo hacer para convencerte de que anhelo Tu verdad y Tu sencillez, para compartir tu infinita sinceridad, que es el espejo de Tu Verdadero Ser; y es Tu Segunda Persona!
Sólo los pequeños pueden ver a Jesús. Es demasiado sencillo para que pueda comprenderlo cualquier inteligencia creada. A veces gustamos de un reflejo de la clara Luz que es la Vida en todas las cosas: bautismo, primera misa, mañana de Pascua. Danos siempre este pan del cielo. Dadnos a beber siempre de esta agua para que nunca más tengamos sed".
Thomas Merton. (9 de abril de 1950)
4 de abril de 2010
Ha resucitado
El primer día de la semana, María Magdalena fue al sepulcro al amanecer, cuando aún estaba oscuro, y vio la losa quitada del sepulcro. Echó a correr y fue a donde estaba Simón Pedro y el otro discípulo, a quien quería Jesús, y le dijo:
—Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto.
Salieron Pedro y el otro discípulo camino del sepulcro. Los dos corrían juntos, pero el otro discípulo corría más que Pedro; se adelantó y llegó primero al sepulcro; y, asomándose, vio las vendas en el suelo; pero no entró. Llegó también Simón Pedro detrás de él y entró en el sepulcro; vio las vendas en el suelo y el sudario con que le habían cubierto la cabeza, no por el suelo con las vendas, sino enrollado en un sitio aparte. Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado primero al sepulcro; vio y creyó. Pues hasta entonces no habían entendido la Escritura: que Él había de resucitar de entre los muertos.