Acuérdense que es menester quien le guise la comida, y ténganse
por dichosas en andar sirviendo con Marta; miren que la verdadera
humildad está mucho en estar muy prontos en contentarse con lo que el
Señor quisiere hacer de ellos y siempre hallarse indignos de llamarse
sus siervos. Pues si contemplar y tener oración mental y vocal y curar
enfermos y servir en las cosas de casa y trabajar -sea en lo más bajo-,
todo es servir al Huésped que se viene con nosotras a estar y a comer y
recrear, ¿qué más se nos da en lo uno que en lo otro?
TERESA DE JESUS
Camino de Perfección,cap 17,6
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