Conferencia Saverio Cannistra P.General de los Carmelitas Descalzos en el IV Congreso Ibérico de Carmelitas Seglares celebrado en Avila los dias 28 al 1 de mayo de 2012:
“El Carisma
teresiano en el Seglar carmelita”
·
¿Qué
es ser laico cristiano?
o
Los
carmelitas seglares comparten con los religiosos el mismo carisma, viviendo
cada uno según su propio estado de vida ¿Cómo se puede entender esta
pertenencia común a la misma Orden?
o
En
el fondo estamos todavía buscando una respuesta: no podemos pensar que todo se
resuelve o volviendo religiosos a los laicos o secularizando la vocación de los
religiosos.
o
El
único modo correcto de comprender la relación es definir claramente ambas
condiciones y respetar las diferencias.
o
El
religioso: profesa públicamente los votos (en manos de un Superior legítimo),
vive fraternamente en común y en desasimiento del mundo. Estos elementos no son
propios del estado de vida laical, por ello no hemos de confundir, por ejemplo,
votos y promesas o vida en común de un religioso y la pertenencia a una
fraternidad Seglar o, por último, el desasimiento del mundo de un religioso y
el “no ser del mundo”, del laico.
o
El
estado de vida laical casi siempre se define formulando aspectos negativos:
“los laicos no son religiosos”. Para dar una respuesta correcta es necesario
revelar aspectos positivos.
o
Laico:
un término que pertenece al lenguaje eclesiástico. Expresa participación y
corresponsabilidad en la única realidad del pueblo de Dios. Sólo después, a
partir del IV o V siglo se insistirá en la diferencia entre laico y jerarquía y
laico pasa a significar “no sacerdote”. En el siglo XIX, la noción de laico
asume todavía otro significado: “todo lo que forma parte de la esfera civil”,
reconocida como independiente y neutra respecto a cualquier religión o culto.
Ahora ya se hace necesario añadir a laico el adjetivo “cristianos”.
o
LG
31: “El carácter secular es propio y peculiar de los laicos por propia
vocación. Tratar de obtener el reino de Dios gestionando los asuntos temporales
y ordenándolos según Dios. Viven en el siglo, es decir, en todos y cada uno de
los deberes y ocupaciones del mundo”. Contribuyen a la salvación del mundo
desde dentro, como fermento. Evangelizan ante todo con su vida.
o
CL
15. Hay una cierta resistencia aún a pensar la secularidad, el mundo, como un
lugar de presencia del Espíritu. Lo pensamos como realidad negativa, opuesta a
lo cristiano, y por ello resulta difícil definir el estatuto del laico
cristiano. Sin embargo, para CL, como para el Concilio, el mundo en su realidad
concreta, sus situaciones y trabajos es instrumento del que se sirve la gracia
de Dios para la salvación de los fieles laicos.
o
El
mundo forma parte de la propia humanidad (LG 48).
·
¿Quién
es el laico carmelita?
o
CIC
303: Las asociaciones donde los miembros llevan una vida apostólica y tienden a
la perfección cristiana participando en el mundo del carisma de un Instituto
bajo la supervisión de este Instituto reciben el nombre de Ordenes Terceras u
otro adecuado…
o
Una
Orden Seglar se caracteriza, por tanto: por la búsqueda la perfección cristiana
y la práctica de la vida apostólica, participando del carisma de un Instituto
concreto.
o
El laico carmelita es una persona que
busca la santidad (la plenitud de su vocación bautismal) y pone toda su vida al
servicio de Cristo y del Evangelio a través del apostolado, sin modificar su
modo de estar en el mundo. Está presente en todas las dimensiones de la
existencia y las vive en profundidad evangelizándolas en su persona misma, es
decir, uniéndolas a Cristo, del cual es miembro. El Bautizado no se convierte sólo
en cristiano, sino en Cristo mismo (San Agustín).
o
Ello
supone una gran riqueza no sólo para la persona, sino también para la Orden,
que puede así mostrar la potencia y capacidad de su carisma. ¡Qué grande y
maravillosa es la misión del Carmelita Seglar: hacer que la realidad de la vida
de cada día (amistad, trabajo, acción política) se transparente como espacio en
el que el Reino de Dios ya viene, de hecho ha venido y está entre nosotros!
o
Las
Ordenes Seculares no deben reducirse a modelos imitativos de la vida religiosa.
Por ejemplo, las promesas o votos no se contemplan en el Derecho como algo
característico, esencial para definir al laico cristiano. Es difícil expresar
la consagración del laico y por ello se toma el modelo del religioso.
o
El
compromiso definitivo es seguir a Cristo, vivir en su obsequio en medio del
mundo y según el espíritu del Carmelo teresiano. Resalta dos aspectos:
§
El
carisma de Teresa nace y se define como respuesta al descubrimiento del amor de
Dios hecho hombre, que la ama como es, sin condiciones ni reservas. Por ello su
nombre será “de Jesús”.
· En el Carmelo todos estamos por
Jesús. Él nos ha tocado misteriosamente y nos hace saber, aunque no lo podamos
comprender, que se ha fijado en nosotros. Conocida esta verdad, no hay
posibilidad de “librarnos de su compañía” (cf. C 26).
· Todo lo que hagáis, hacedlo en
compañía de Jesús, dando gracias a través de él a Dios Padre (cf. Col) y ello
no es una actitud sentimental o sólo sentimental o afectiva, sino de un
ejercicio de fe, de vida teologal, que sólo es posible cuando se nutre
constantemente de la oración como diálogo amistoso con el Señor, y se alimenta
con la escucha de la palabra de Dios.
§
El
carisma de Teresa nos pone al servicio de los otros.
· Para los amigos de Jesús no tiene
sentido vivir si no es vivir para los otros. La vida de oración no nos cierra
en nosotros mismos, sino que nos lanza hacia los otros con una sensibilidad y
una generosidad nuevas. Y ello se convierte en el único signo tangible de que
nos hemos encontrado con el Señor y no con nosotros mismos.
o
Estas
características son reproducibles en diversos modos de vida.
o
El
carisma es rico, pero es también exigente, ocupa espacios de nuestra vida y los
hace suyos. Quien se decide por esta vocación por determinada determinación
descubrirá que no se pertenece, que no puede reservarse para sí y que, al mismo
tiempo, posee todo. Lo esencial es vivir una vida en el Espíritu que se
enciende en nosotros y llama hacia la luz, operando y transformando nuestra
realidad.
·
La
formación. El cuidado de la vocación.
o
Es
algo inseparable de la comunidad en la que la vocación al Carmelo nos inserta.
Por ejemplo en V 7, 22, Teresa nos llamará a “hacernos espaldas unos a otros
para ir adelante; buscar compañía para defenderse; si no, veránse en mucho
aprieto. Crece la caridad con ser comunicada”.
o
En
las Constituciones de la Orden Seglar parece que no se ha desarrollado
suficientemente este importante dato del Carisma, a pesar de lo dicho en el
número 40 de las mismas. El tema comunitario parece reducirse a cuestiones de
administración o gobierno.
o
Teresa
ha querido formar comunidades orantes. El amor de unas con otras, por ejemplo,
será la primera condición para poder empezar un camino de oración. Y es que en
la soledad es fácil equivocarse, confundir al Dios vivo y verdadero con
nuestras imágenes e ídolos o la Espiritualidad con el espiritualismo. Sólo
confrontándome con el otro, relacionándome con él, descubro mi verdad más profunda,
que no aparece simplemente si me miro al espejo. Es aquella que se manifiesta
con evidencia cristalina cuando entro en relación con la hermana o hermano que
está a mi lado.
o
No
trato de identificar la comunidad de la Orden Seglar con una comunidad religiosa.
La comunidad de la Orden Seglar tiene características y finalidades diversas:
lo que la une no es una interacción constante entre sus miembros, sino el hecho
de caminar juntos o, mejor, en la misma dirección, compartiendo objetivos y
finalidades cada uno en la situación concreta en la que se encuentra.
o
Hemos
de hacer de las Comunidades Seglares lugares de intercambio y de auténtica
revisión de vida. Así serán atractivas, porque hoy más que nunca se siente
necesidad de favorecer el encuentro y el discernimiento, en una sociedad que
tiende a la dispersión y a la distracción. Ello exige un trabajo y compromiso
no exento de riesgos.
o
Crecer
en la confianza y el conocimiento recíproco, crear un ambiente en el que nos
podamos expresar sin temor a ser malentendidos o traicionados ¿Es este el
camino de vuestras comunidades?
o
La
lectura teresiana que estamos realizando nos permite percibir cómo Teresa nos
invita a una mayor audacia frente a nuestros titubeos y timideces. Nos invita a
recorrer hasta el final el camino que ella nos marca. Y sin embargo no hay nada
que temer porque el que ama de verdad a
Dios, seguro va por ancho camino y real, lejos del despeñadero, sin tropiezos,
por el valle de la humildad ¿Qué tememos para no ponernos en el Camino de la
perfección? La verdadera seguridad está en ir muy adelante en el camino de
Dios: los ojos en él y sin miedo (Santa Teresa)
o
Estas
palabras nacen de una vida trabajada y sufrida, pero también trabajada y
completamente feliz. Estamos llamados a estar a su altura, y para ello es
necesario que no nos cansemos de evaluarnos. Para esto fuimos llamados.
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