23 de enero de 2010

Por eso


«Por eso el que está enamorado se dice tener el corazón robado o arrobado de aquel a quien ama, porque le tiene fuera de sí, puesto en la cosa amada; y así no tiene corazón para sí, sino para aquello que ama. De aquí podrá bien conocer el alma si ama a Dios puramente o no;
porque, si le ama, no tendrá corazón para sí propio ni para mirar su gusto y provecho, sino para honra y gloria de Dios y darle a él gusto, porque cuanto más tiene corazón para sí, menos le tiene para Dios.»

(Juan de la Cruz, Cántico Espiritual 9,5)

No hay comentarios:

Publicar un comentario